¿Qué es el carbón activado?

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El carbón activado es una forma porosa de carbón que puede fabricarse a partir de diversas materias primas carbonosas. Los principales productos comerciales se fabrican a partir de cáscara de coco, carbón mineral, turba y madera. El proceso de activación implica el tratamiento de la materia prima por medio de vapor o compuestos químicos, de forma que se consigue una estructura porosa.

El carbón activado se caracteriza por un vasto sistema de poros de tamaño molecular dentro de las partículas de carbón, lo que tiene como resultado la formación de un material con una extensa superficie interna. Los carbones activados disponibles en el mercado presentan superficies desde los 400 m2/g y que pueden llegar a superar los 2.000 m2/g.

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¿Cómo Funciona?

Los átomos de carbono que forman la amplia superficie interna del carbón activado presentan fuerzas atractivas hacia fuera desde la superficie. Estas fuerzas, las llamadas fuerzas de Van der Waals, atraen las moléculas de los gases o líquidos circundantes.

La combinación de las fuerzas atractivas y dichas moléculas del medio circundante derivan en la adsorción de moléculas en la superficie del carbón activado. Algunas moléculas presentan estructuras que las hacen más fáciles de adsorber que otras y, gracias a ello, se alcanza la separación molecular.

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Selección del Carbón Activado

La selección del tipo de carbón activado más apropiado se basa bien en características conocidas de los compuestos químicos que se desea eliminar en el proceso de adsorción, bien en una serie de pruebas controladas de laboratorio. Los carbones en polvo se usan principalmente en procesos por lotes y se eliminan por medio de la filtración, tras el tiempo de contacto adecuado, mientras que los carbones granulados se emplean en lechos filtrantes fijos o móviles. En el caso de los carbones granulados, normalmente se selecciona el menor tamaño de partícula existente, conforme a la retención del filtro y la resistencia de flujo aceptable, ya que de esta manera se obtiene la mejor adsorción cinética. En ocasiones, el carbón activado se impregna químicamente por medio de un proceso de quimisorción para mejorar su rendimiento, en los casos en los que la afinidad de adsorción para determinados contaminantes es demasiado débil como para resultar efectiva.